Vivas y aplausos a los Reyes en Chiva: «Ellos no tienen la culpa de nada y su visita nos da fuerzas»
Dos semanas después de su tenso recorrido por Paiporta, vuelven hoy a las zonas afectadas por la DANA para recordar a sus vecinos que no están solos
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Para entender lo que ha ocurrido en algunos pueblos como Paiporta, Catarroja, Picaña, Aldaia, Algemesí, Albal o Torrent –las localidades que se encuentran al sur de Valencia y que se consideran la zona cero de la DANA– es necesario desplazarse 41 kilómetros hacia el ... interior de la Comunidad Valenciana, concretamente a Chiva, donde el pasado 29 de octubre cayeron 490 litros por metro cuadrado y la riada acabó con la vida de ocho personas.
Hasta aquí han venido esta mañana los Reyes, que han cumplido con la promesa que le hicieron el pasado 3 de noviembre a la alcaldesa de Chiva, Amparo Fort, cuando se vieron obligados a aplazar su visita tras su tenso paso por Paiporta junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, los dos políticos a quienes la sociedad valenciana señalan como principales responsables de la gestión ineficaz de la DANA y de las muertes que esta catástrofe se ha cobrado.
En esta ocasión, con Sánchez en Brasil, a los Reyes les ha acompañado el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y ha sido todo mucho más tranquilo. Al presidente de la Generalitat sí le han gritado «¡Mazón dimisión!» en varias ocasiones. Pero aquí nadie ha llamado «¡asesinos!» a los Reyes. En realidad, ha ocurrido todo lo contrario que en Paiporta: el pueblo les ha recibido con aplausos y vivas al Rey y la Reina. El contexto también era otro, tres semanas después de la tragedia, aquí la gente empieza a recuperar la normalidad y los vecinos ya no conviven con la incertidumbre de qué va a pasar. Aunque siguen con el susto, y algunos de ellos empiezan a tener pesadillas cuando duermen, se sienten más acompañados.
En Chiva hoy los vecinos estaban contentos. Han querido agradecer a los Reyes su intención de visitarles el pasado 3 de noviembre y que hayan cumplido su promesa y hayan venido. Este día les «da fuerzas», como ha dicho a ABC una vecina del pueblo, que se pasó siete días limpiando la planta baja de su casa y la de su hija. «Soy damnificada y es una alegría que vengan porque nos sentimos acompañados. Ellos además no tienen la culpa de nada, y su visita quizá nos viene bien para que las ayudas lleguen antes, porque con lo que han anunciado que nos van a dar, no tenemos ni para empezar», ha añadido. El sentir general de los ciudadanos del pueblo es que ahora Chiva está limpio de barro y de muebles inservibles en las calles gracias a los voluntarios de pueblos cercanos, que vinieron corriendo con tractores a ayudar. Gracias a ellos no se han sentido solos y olvidados. Así lo han comprobado los Reyes cuando, después de cruzar el único puente que sigue en pie y que conecta el pueblo, han cruzado otro, construido con andamios por los propios vecinos.
El pasado 29 de octubre en Chiva no se distinguía el cielo de la tierra. A las 9:00 de la mañana parecía que todavía no hubiera amenecido, a las 13:00 horas el agua casi llegaba a la mitad de altura en las ruedas de los coches y los pocos efectivos de seguridad que había en Chiva se afanaban por cortar accesos al pueblo y enviar mensajes a los vecinos para que no salieran de sus casas. A última hora de la tarde, al mismo tiempo en que sonaron las alarmas de emergencias, los vecinos de Chiva asistían a «un apocalipsis», como cuenta a ABC la propietaria de un establecimiento del pueblo, que dice que está «viva de milagro».
Para entonces ya se había desbordado el barranco del Poyo, que empieza en este pueblo y termina en Torrent –a 35 kilómetros de aquí y a tan solo 7 de Paiporta o Valencia–. Los vecinos se han encargado de recordarlo en las fachadas de las casas que asoman al barranco, que atraviesa el centro del pueblo, donde han señalado hasta donde llegó la riada y el momento en el que sonaron sus teléfonos móviles. Junto al portón de madera de su casa, Diana y Sergio han escrito «3,15 [metros] Aquí llegó el aviso. #Mazóndimision». Ante el estruendoso sonido de los móviles ni se inmutaron. Ya habían salido de la casa con su hija Dafne, de 4 años, por una de las ventanas laterales. Los Reyes les han saludado en la puerta de su casa y les han preguntado si podían enseñarles el estado de la planta baja, donde faltó un palmo para que el agua llegase a tocar las vigas de madera.
«Es una casa muy bonita y lo volverá a ser», les ha dicho el Rey. La Reina le ha pedido al arquitecto municipal que les acompañaba en la visita que agilice todo lo que pueda los trámites para que David y Diana puedan volver pronto a su casa con su hija, ya que ahora mismo viven alquilados en una casa mientras pagan la hipoteca de ésta, a la que de momento no pueden volver, ya que está apuntalada y no saben si comparte viga con las de al lado, que seguramente tendrán que derribar. Antes de irse, Doña Letizia le ha dicho a Diana que «en tres meses» llamará para interesarse por el estado de la casa y saber si ha habido avances.
«Espero que ese poder se utilice. Yo tengo paciencia, pero que no se nos olvide. Esta es la zona cero, no hace falta inspeccionar la casa ni que los trámites en la administración tengan tanta burocracia y nos pidan tantos papeles. En mi casa es demostrable con solo venir que aquí había tres metros de agua», ha explicado Diana.
Los Reyes han seguido con su visita, que ha durado casi dos horas. Han saludado a todos los vecinos que han podido, se han hecho fotos con quienes se las han pedido y han agradecido con una amplia sonrisa y gestos de afecto la buena acogida del pueblo. Después han continuado hacia Utiel, segunda parada del día.
Utiel se encuentra todavía más al interior de la Comunidad Valenciana. Aquí se inició el torrente de agua el pasado 29 de octubre, cuando las precipitaciones registraron 278 litros por metro cuadrado y la DANA acabó con la vida de seis personas. Fue a las 13:00 horas cuando se desató el desastre: el río Magro llevaba un caudal de mil metros cúbicos –el doble del habitual del Ebro– y se desbordó. El nivel del agua alcanzó las plantas superiores de los edificios.
Los Reyes han sido recibidos en el Ayuntamiento de Utiel por su alcalde, Ricardo Gabaldón. Se han escuchado más vivas a Don Felipe, a Doña Letizia y a Utiel. También algún «¡fuera Mazón!». Aquí les esperaban unas mil personas, un número parecido al de Chiva. El hecho de que la visita haya sido un martes, también ha hecho que mucha gente no se encuentra es en los pueblos.
«España está con ellos»
Antes de salir hacia Letur, los Reyes han afirmado que la situación en Utiel «ha mejorado» respecto a hace 20 días, pero todavía hay una «enorme necesidad de reconstrucción». «Hay que trabajar día a día, estar unidos para que la situación mejore», ha afirmado Don Felipe, al tiempo que ha dicho que el tema de las ayudas no es fácil porque «tienen que pasar controles». Por eso, según ha explicado, «es importante que las administraciones estén unidas y funcionen» y que trabajen «hombro con hombro».
El Rey ha puesto en valor la resiliencia de los habitantes de Utiel: «Han demostrado mucha entereza ante una situación terrible y apoyo vecinal para salir adelante».
Antes de despedirse, ha afirmado Don Felipe que «hay que seguir con ese apoyo»: «No les olvidemos. La dinámica es que hay que mantener la atención». Por ello, Don Felipe ha dicho que él y la Reina seguirán viniendo y ayudando a dar visibilidad a los afectados por la DANA, lo que supone «una parte importante» de su trabajo al frente de la jefatura del Estado. «Que sientan que España está con ellos», concluyó el Rey.
Poco antes de las cinco de la tarde, los Reyes han llegado a Letur, la localidad de Albacete de 900 habitantes donde han fallecido otras seis personas y cuyo casco histórico se ha derrumbado a causa del torrente de agua que generó la DANA, que arrastró por el centro del pueblo desde árboles hasta colchones. Aquí ya se han tenido que derribar catorce casas y otras directamente desaparecieron con el riada.
Los Reyes han visitado el colegio del pueblo, que se ha convertido en un centro logístico para que los vecinos puedan acceder a comida y artículos de primera necesidad.
Mientras recorrían la calle principal del pueblo junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, se han seguido escuchando vivas a los Reyes. Al final del breve recorrido, Don Felipe y Doña Letizia han salido del pueblo en coche y se han dirigido al helicóptero que les ha llevado de vuelta a Madrid.
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